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¿Qué es la adicción?
Definición de adicción:
Adicción (según la RAE)
Del lat. addictio, -ōnis 'adjudicación por sentencia'; cf. adicto.
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f. Dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico.
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f. Afición extrema a alguien o algo.
La adicción es una enfermedad crónica y compleja del cerebro que se caracteriza por la búsqueda y el uso compulsivo de una sustancia psicoactiva. Aunque tradicionalmente se asocia con sustancias como el alcohol, la nicotina y las drogas ilícitas, también puede referirse a comportamientos compulsivos, como el juego y las apuestas, los videojuegos, el sexo o la comida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. Es una enfermedad progresiva caracterizada por episodios continuos de descontrol, distorsiones del pensamiento y negación ante la enfermedad.
Según el Manual DSM5 (que sirve para diagnosticar trastornos mentales en Medicina y Psiquiatría elaborado por la Asociación Americana de Psiquiatría), el término adicción se refiere a la pérdida de control con intensa urgencia para buscar y recibir una droga, aunque la misma produzca consecuencias adversas.
Las características principales de la adicción son:
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dependencia física
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dependencia psicológica (fuerte deseo de consumo)
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cambios en el comportamiento (como por ejemplo descuido o abandono de responsabilidades y actividades sociales, laborales o recreativas)
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impacto en la vida diaria que abarca desde problemas de salud física y mental hasta dificultades en las relaciones interpersonales y sociales, problemas económicos y legales.
La persona continua con el consumo o la conducta compulsiva a pesar de las consecuencias negativas,
En el caso de que detectes que tú o una persona de tu entorno tiene un problema de dependencia, se recomienda acudir a un centro de rehabilitación para pedir información y asesoramiento para poder dejar el consumo.
¿Qué recorrido y etapas tiene la adicción?
Intentaremos explicarlo de una manera más sencilla.
No necesariamente todas las personas que consumen sustancias (alcohol y otras drogas) tienen que ser adictas. Cada persona es un mundo y la ingesta de drogas puede afectar de manera distinta en cada organismo. Las drogas tienen la capacidad de modificar el cerebro humano. Y esto incluye actitudes y comportamientos que, más adelante veremos en este blog, se van corrompiendo y transformando en una gran maraña difícil de deshacer. Ahí reside la dificultad del éxito en el tratamiento de una adicción.
Dividiremos el recorrido de la adicción por fases para intentar facilitar la comprensión de su funcionamiento:
Primera fase: La Luna de miel o enamoramiento
En esta fase la persona realiza un uso o consumo de sustancia. Durante la semana se llevan a cabo las obligaciones y tareas cotidianas y, cuando llega el fin de semana, se realiza plan para evadirse de la rutina, para reducir estrés, preocupación, agobio, tristeza y/o malestar. Lo que empieza como un plan tranquilo de tarde o de noche, donde se realizan los primeros consumos esporádicos, da lugar con el tiempo lentamente a otras noches que pueden desembocar en una espiral de consumo creciente de alcohol con otras drogas. Nuestra cultura actual del ocio nocturno promueve el consumo de sustancias psicoactivas con un fin de diversión. La proliferación de locales, bares, restaurantes y supermercados conforman un extenso escaparate de venta y exposición de alcohol que ayuda a normalizar, minimizar y justificar el consumo. Durante esta fase, en los primeros consumos, es posible que el alcohol y otras drogas nos hagan sentir bien, incluso diferentes y desinhibidos. En esta fase existe una "luna de miel" en que la relación persona-sustancia parece perfecta porque aún se puede controlar el consumo.
Segunda fase: Silencio clínico
En esta fase la persona realiza un abuso del uso o consumo de la sustancia. Aparece, de forma muy paulatina, una necesidad creciente del consumo de sustancias, cambiando el uso por el abuso. Este aumento de consumo se produce de manera discreta, pasando desapercibido por la persona adicta. No existe conciencia del problema y es por ello que el consumo seguirá su camino ascendente sin que se intente poner remedio. El consumo puede aumentar de manera lenta o exponencial, según diferentes circunstancias como puede ser la edad de inicio, la frecuencia, el tipo de sustancia y las características biológicas y genéticas de la persona. Con el paso del tiempo, el cerebro adicto desarrolla un fenómeno que se conoce como tolerancia a las sustancias. Esto significa que la persona necesita aumentar las cantidades para lograr la misma sensación de placer. El cerebro busca su recompensa de manera inmediata y cada vez con mayor frecuencia, aflorando en ese momento el descontrol de impulsos y otros síntomas como, por ejemplo, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, disforia, ansiedad, inquietud, malestar e inestabilidad psicológica y emocional.
Tercera fase: Explosión
En esta fase la persona desarrolla dependencia al uso o consumo de la sustancia. El consumo se dispara de manera exagerada, cada vez con más frecuencia y cantidad (tolerancia) y aumentan las consecuencias negativas del consumo en diferentes ámbitos de la vida (familiar, social, económico, laboral y/o legal ). A menudo, el entorno de la persona adicta toma conciencia del problema ya que se hace evidente el malestar y lo que provoca el consumo. Pero, en otras ocasiones, la persona adicta engaña y manipula de tal manera que su entorno no se da cuenta de que su consumo es cada vez mayor y que causa problemas. La persona evita hablar de su consumo y achaca sus problemas a otras causas. Pese a ser una fase muy ruidosa existe una negación sistemática del problema por parte de la persona que consume, alargando la agonía que provoca esta enfermedad. En esta fase aparecen la negación y el autoengaño. En ocasiones, la persona siente craving o deseo intenso de consumir la sustancia, el síntoma más evidente de la dependencia psicológica. Otro de los factores clave es que la persona intenta dejarlo, pero no puede y repite de nuevo la conducta problema a pesar de las consecuencias que ello provoca, incluso con un riesgo potencial para su salud. Aparecen cambios de hábitos en la alimentación, sueño e higiene. Se reduce la actividad social y se invierte cada vez más tiempo en el consumo (compra, consumo y resaca) y le cuesta cumplir con sus deberes y obligaciones. Se incrementan los síntomas de cambios de humor, irritabilidad y malestar general, psicológico y emocional.
Aunque se produzcan problemas en todos los niveles, existe una resistencia a creer que hay un problema de adicción y a cesar el consumo debido al autoengaño y negación de la conducta problema. Los familiares también pueden creer que el problema es menos grave de lo que realmente es, pero es necesario hacer un ejercicio de valoración de la situación real y objetiva para determinar si realmente existe una dependencia al consumo que está generando consecuencias negativas en la persona que consume y su entrono.
En el caso de detectar que hay un problema de abuso y depende necesitar ayuda para dejar de consumir, se recomienda acudir a un centro de rehabilitación para pedir información y asesoramiento con el proceso.
Señales y síntomas para identificar las adicciones
El elemento esencial de todos los trastornos adictivos es la falta de control sobre determinada conducta, que al comienzo es placentera pero que progresivamente va ganando terreno hasta llegar a dominar la vida. Con el tiempo, la persona pierde el control sobre la conducta compulsiva y continúa realizándola a pesar fracasar en los intentos de dejar de consumir y de las consecuencias negativas que le provoca.
Las drogas generan hiperactividad en el cerebro produciendo una sensación placentera.
El consumo prolongado de alcohol y otras drogas genera una neuro-adaptación modificando la respuesta en algunas áreas del cerebro como en el circuito de recompensa, dañando partes que regulan las acciones importantes como el control de impulsos (autocontrol) y la toma de decisiones. Es por este motivo que las personas que desarrollan una adicción no pueden dejarlo porque el cerebro "necesita" volver a consumir una y otra vez, es decir, dando lugar a una conducta compulsiva repetidamente.
Estos son los principales síntomas y señales para identificar las adicciones que se clasifican en cuatro grandes bloques.
Trastornos del control sobre el uso
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Frecuencia. La persona toma la sustancia en cantidades mayores o por más tiempo que el previsto inicialmente
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Intentos de dejarlo. La persona desea detener o reducir el uso de la sustancia
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Frecuencia y tiempo. La persona pasa un tiempo considerable en obtener, usar, o recuperarse de los efectos de la sustancia
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Deseo persistente y anhelo. La persona tiene un intenso deseo (craving) de utilizar la sustancia
Consecuencias sociales
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Aislamiento social y pérdida de relaciones sociales
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Incumplimiento de obligaciones. La persona no cumple con obligaciones en el trabajo, la escuela o el hogar
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Consecuencias negativas. La persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de que le causa (o empeora) problemas sociales o interpersonales
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Pérdida de interés en actividades que no conlleven el consumo. La persona abandona o reduce la actividad social, ocupacional o recreativa importante, debido al uso de sustancias
Uso de riesgo
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Riesgo físico para la salud. Persona que utiliza la sustancia en situaciones físicamente peligrosas (p. ej., al conducir o en circunstancias sociales peligrosas)
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Efectos nocivos para la salud. La persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de saber que está empeorando un problema médico o psicológico
Síntomas físicos
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Tolerancia: la persona necesita aumentar de manera progresiva la dosis de un fármaco para producir intoxicación o el efecto deseado o el efecto de una dosis determinada disminuye con el paso del tiempo
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Abstinencia: efectos físicos indeseables cuando se detiene el consumo del fármaco o cuando su efecto es contrarrestado por un antagonista específico
Para realizar un correcto un diagnóstico, es necesario acudir a un centro de rehabilitación donde un equipo profesional especializado realice una valoración individual para determinar si se precisa un tratamiento terapéutico específico. En el caso de precisar ayuda, deben informarte de las diferentes opciones de tratamiento para poder iniciar un proceso de recuperación de adicciones.
Si consideras que tú o alguna persona de tu entorno podría tener una conducta de dependencia al alcohol, drogas o comportamentales (videojuegos, apuestas, pantallas, trabajo, compras o sexo), busca información y pide ayuda profesional. Si necesitas más información visita nuestra página web Moomentadicciones y contacta con nosotros si quieres que te ayudemos.
¿Soy adicto/a?
Durante mucho tiempo las personas adictas se hacen las mismas preguntas una y otra vez:
¿Tengo un problema con las drogas?
¿Podré parar alguna vez?
¿Es normal esto que me pasa?
Normalmente, en las personas que sufren una adicción, lo que comienza como un consumo esporádico con amigos/as los fines de semana, en alguna fiesta, etc... acaba por dominar su vida entera. Los/as amigos/as que no consumen tanto van desapareciendo de sus vidas, dando paso a otros/as que si siguen el ritmo. El final siempre es el mismo. Soledad, consumo sin control, inseguridades, pérdida de control y consecuencias negativas.
Intentaremos plantear algunas preguntas que nos darán pistas sobre los síntomas y señales de dependencia y adicción:
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¿Sientes una necesidad imperiosa de consumir droga?
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¿Pasas mucho tiempo buscando droga?
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¿Consumes droga en cantidades altas o durante más tiempo del previsto?
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¿Alguna vez has querido consumir menos cantidad?
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¿Intentas dejarlo y no puedes?
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¿Eludes tus responsabilidades por consumir droga?
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¿Mientes o manipulas a las personas de tu entorno acerca de tu consumo?
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¿Consumes cada vez más para lograr el efecto deseado?
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¿Cuándo decides no consumir, sufres abstinencia?
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¿El consumo está causando problemas familiares, económicos y/o laborales?
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¿Sientes desinterés o has dejado de realizar actividades sociales donde no hay consumo?
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¿Has sufrido cambios de hábito en el alimentación, sueño o higiene?
La mayoría de las personas adictas podrían responder afirmativamente a muchas de estas preguntas, pero debemos tener en cuenta que la persona que sufre adicción tiene tendencia a la negación del problema e incluso llega recurrir al autoengaño para poder seguir justificando su consumo.
Poner freno a esta espiral de abuso, dependencia y autodestrucción se convierte en una misión muy difícil de lograr por un mismo sin ayuda terapéutica. Decimos "casi" imposible porque, en las manos correctas y con el tiempo de aprendizaje necesario, es posible revertir esta situación.
Si consideras que tú o alguna persona de tu entorno podría tener una conducta de dependencia al alcohol, drogas o comportamentales (videojuegos, apuestas, pantallas, trabajo, compras o sexo), busca información y pide ayuda profesional. Si necesitas más información visita nuestra página web Moomentadicciones y contacta con nosotros si quieres que te ayudemos.
Clasificación de las drogas
Existen diferentes clasificaciones de las drogas, como por ejemplo:
a. Según su Legalidad y Uso: legales e ilegales
b. Según su origen (naturales, semisintéticas y sintéticas)
c. Según su efecto en el Sistema Nervioso Central (SNC):
d. Según su Uso Terapéutico o Recreativo
e. Según su Potencial de Dependencia
f. Según su Efecto en la Salud (neurotóxicas, cardiotóxicas, hepatóxicas)
La clasificación de las drogas según su efecto en el sistema nervioso central (SNC) y el cuerpo humano es una forma útil de entender cómo afectan estas sustancias al comportamiento, el estado de ánimo, la percepción y otras funciones fisiológicas.
A continuación se muestra una clasificación según el efecto que produce la sustancia:
1. Depresoras del Sistema Nervioso Central
Estas drogas disminuyen la actividad del SNC, produciendo efectos de relajación, somnolencia y reducción de la ansiedad.
Ejemplos:
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Alcohol: Reduce la inhibición y produce efectos sedantes.
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Benzodiazepinas: Usadas para tratar la ansiedad e insomnio (ej. diazepam, lorazepam).
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Barbitúricos: Antiguamente utilizados como sedantes y anestésicos.
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Opiáceos y opioides: Incluyen la morfina, heroína y medicamentos como la oxicodona, que reducen el dolor y pueden producir euforia.
2. Estimulantes
Estas drogas aumentan la actividad del SNC, mejorando el estado de alerta, la atención y la energía.
Ejemplos:
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Nicotina: Estimula el sistema nervioso y aumenta la liberación de dopamina.
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Cocaína: Produce euforia, aumento de la energía y agudeza mental.
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Anfetaminas: Incluyen medicamentos para el TDAH como el Adderall y el uso recreativo de la metanfetamina.
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MDMA (Éxtasis): Aumenta la energía y produce efectos empatógenos (sentimientos de empatía y conexión emocional).
3. Alucinógenos
Estas drogas alteran la percepción, el pensamiento y las emociones, y pueden producir alucinaciones.
Ejemplos:
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LSD (Dietilamida de ácido lisérgico): Produce alucinaciones visuales y cambios profundos en la percepción.
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Psilocibina: Encontrada en ciertos hongos, causa alteraciones en la percepción y el estado de ánimo.
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Peyote (Mescalina): Un cactus que causa alucinaciones y efectos visuales intensos.
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DMT (Dimetiltriptamina): Un compuesto natural que produce experiencias visuales intensas y cortas.
4. Drogas de Combinación de Efectos
Algunas drogas tienen efectos múltiples, combinando características de diferentes categorías.
Ejemplos:
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Cannabis (Marihuana): Tiene efectos depresores, estimulantes y alucinógenos. Puede relajar, alterar la percepción y aumentar el apetito.
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MDMA (Éxtasis): Además de ser un estimulante, también tiene efectos empatógenos y puede alterar la percepción.
5. Disociativos
Estas drogas producen sensaciones de desapego o disociación del entorno y del propio cuerpo.
Ejemplos:
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Ketamina: Usada como anestésico y también en contextos recreativos.
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PCP (Fenciclidina): Produce distorsiones en la percepción del tiempo y del espacio, y una sensación de separación del cuerpo.
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DXM (Dextrometorfano): Un ingrediente común en los jarabes para la tos, que en altas dosis produce efectos disociativos.
6. Inhalantes
Sustancias que se inhalan y cuyos vapores producen efectos psicoactivos.
Ejemplos:
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Pegamento y disolventes: Producen euforia y efectos depresores.
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Óxido nitroso (gas de la risa): Usado en contextos médicos y recreativos para producir euforia y efectos disociativos.
Esta clasificación es útil para comprender los distintos efectos que las drogas pueden tener en el cerebro y el cuerpo, lo que es esencial para la prevención, el tratamiento y la educación sobre el uso de sustancias.
¿Existe tratamiento para la adicción?
La adicción es una enfermedad mental crónica para la que no existe cura, pero sí hay tratamiento.
Muchas personas desconocen que la adicción es una enfermedad del cerebro. En general, el camino a la drogadicción comienza con el acto de consumir la droga voluntariamente, pero con el tiempo la persona pierde la capacidad de poder tomar la decisión de no consumirla y pierde la habilidad para cesar el consumo ya que la búsqueda y el consumo de la droga se vuelven compulsivos. Es por ello, que se requiere un tratamiento específico para cesar el consumo y mantener la abstinencia de forma prolongada en el tiempo.
El tratamiento se divide en 4 etapas:
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Desintoxicación. Se basa fundamentalmente en el cese del consumo y regular los síntomas abstinencia y las ganas de consumir. Suele durar de 15 días a 1 mes días aproximadamente (en función de la sustancia) y consiste en la eliminación del tóxico psicoactivo del organismo.
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Deshabituación. En esa fase se establecen nuevas pautas y rutinas diferentes para mantener la abstinencia y reducir las ganas de consumir. Se llevan a cabo cambios conductuales, es decir, nuevos hábitos de vida más saludables unidos a la terapia psicológica, individual, de grupo, de familia, etc. para aprender a vivir una nueva vida alejada del consumo.
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Rehabilitación. Aprender a vivir de forma saludable corrigiendo dinámicas y comportamientos de riesdgo a fin de evitar la recaída. Es la fase más larga de todo el proceso.
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Reinserción social. Esta etapa a menudo se solapa con la anterior ya que consiste en que la persona pueda recuperar su rol en la sociedad y en todos los ámbitos: familiar, social y laboral.
El mantenimiento de la abstinencia y la evitación de recaídas no es una fase por si sola, sino que es es objetivo final del tratamiento de rehabilitación.
Entender la adicción como una enfermedad crónica ayuda a abordar el estigma asociado y a proporcionar el apoyo necesario para aquellos que buscan recuperación.
Si consideras que tú o alguna persona de tu entorno podría tener una conducta de dependencia al alcohol, drogas o comportamentales (videojuegos, apuestas, pantallas, trabajo, compras o sexo), busca información y pide ayuda profesional. Si necesitas más información visita nuestra página web Moomentadicciones y contacta con nosotros si quieres que te ayudemos.
¿En qué consiste la rehabilitación?
Existen varios tratamientos de rehabilitación para dejar las drogas. La elección del tratamiento adecuado depende de varios factores, incluyendo el tipo de droga, la duración de la adicción, la presencia de trastornos mentales concurrentes y el entorno social y familiar del paciente.
En MoomentAdicciones nos preocupa cada paciente y su evolución. Es por ello que al inicio diseñamos y proponemos un abordaje terapéutico de recuperación adapatado a las necesidades individuales. Junto a la persona, el equipo profesional lucha a diario para aprender a vivir sin consumir.
El tratamiento pueden variar en enfoque y metodología según el paciente, pero generalmente incluyen una combinación de las siguientes estrategias:
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Medicamentos
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Desintoxicación Médica/Farmacológica: Este es el primer paso en el tratamiento, donde se elimina la droga del cuerpo del paciente. Se realiza bajo supervisión médica para manejar los síntomas de abstinencia y asegurar la seguridad del paciente.
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Medicamentos: En algunos casos, se utilizan fármacos con fin terapéutico para ayudar a reducir los antojos y los síntomas de abstinencia durante el proceso de rehabilitación.
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Abordaje psicoterapéutico
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Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Este tipo de terapia ayuda a los pacientes a reconocer y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos relacionados con el uso de drogas. Se enfoca en desarrollar habilidades de afrontamiento y estrategias para evitar recaídas.
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Enfoque motivacional. La motivación es un elemento clave y efectivo en la gestión de los pacientes que favorece el proceso de cambio a través de espacios terapéuticos. Si la persona no está motivada para cambiar, el tratamiento puede no resultar exitoso y dar lugar a abandonos. Es por ello que la perspectiva motivacional es imprescindible ya que sirve como clave para lograr la adherencia al tratamiento.
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Entrenamiento en Habilidades Sociales. Los aspectos centrales de este procedimiento incluyen: habilidades interpersonales, aprender a manejar eventos vitales estresantes, reducir la ansiedad y preocupación ante nuevas situaciones sociales problemáticas, reestructuración cognitiva para modificar valores y creencias críticas y entrenamiento en solución de problemas. También se abordan la comunicación para la mejora de relaciones interpersonales.
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Terapia psicológica individual. Aunque los tratamientos en adicciones se abordan desde una perspectiva multidisciplinar, el tratamiento psicológico es fundamental en los resultados de las intervenciones.
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Terapia de Grupo. Los grupos de apoyo ofrecen un entorno de apoyo donde los pacientes pueden compartir experiencias y obtener apoyo mutuo.
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Terapia Familiar. Involucrar a la familia en el proceso de tratamiento puede ser crucial. La terapia familiar ayuda a mejorar la comunicación y a resolver conflictos familiares que pueden estar contribuyendo al problema de adicción. También es importante recuperar el vínculo familiar y la confianza. Modelo de prevención de recaídas. Se basa en una serie de estrategias para trabajar las habilidades de afrontamiento, la reestructuración cognitiva y el potenciar un estilo de vida saludable.
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Patología Dual: Muchas personas con adicciones también sufren de trastornos de salud mental. Un tratamiento efectivo debe abordar ambas condiciones de manera simultánea.
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Apoyo Social
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Grupos de apoyo y autoayuda. Red de apoyo de veteranos. La fuerza del grupo sostiene y ayuda a
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Apoyo y acompañamiento familiar. La familia es un pilar fundamental en la recuperación.
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Programa de Rehabilitación
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Desintoxicación supervisada médicamente.
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Programas de rehabilitación residencial o ambulatoria.
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Centros de Dia
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Pisos terapéuticos
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Prevención de recaídas
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Serán los profesionales de salud especializados en adicciones quienes recomienden el mejor abordaje terapéutico. Son los responsables de diseñar un plan de tratamiento personalizado adaptado las necesidades y circunstancias de cada persona.
Si consideras que tú o alguna persona de tu entorno podría tener una conducta de dependencia al alcohol, drogas o comportamentales (videojuegos, apuestas, pantallas, trabajo, compras o sexo), busca información y pide ayuda profesional. Si necesitas más información visita nuestra página web Moomentadicciones y contacta con nosotros si quieres que te ayudemos.
¿Cómo iniciar un tratamiento?
Para dejar de consumir y empezar un tratamiento libre de drogas, la persona deberá tener motivación para realizarlo. El proceso es voluntario (no se puede obligar a nadie a dejar de consumir) por lo que la persona decidirá si ha llegado el momento de recuperar las riendas de su vida y empezar a vivir después de mucho tiempo sin sentir dependencia a nada.
Sin embargo, a menudo, la persona cree que está mejor de lo que realmente está (autoengaño y negación del problema) y resulta muy difícil convencerla para iniciar el proceso. En esos casos, la familia y el entorno directo y cercano tiene un papel fundamental en ayudar a la persona que sufre algún tipo de adicción.
Iniciar un tratamiento de adicciones es un proceso que puede variar según la persona y el grado de severidad.
A continuación, explicamos algunos de los pasos que pueden ayudar a propiciar y acelerar el inicio de tratamiento.
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Reconocimiento del problema:
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Aceptar que se tiene una adicción es el primer paso.
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Reconocer que el consumo está causando problemas y que la persona no puede dejarl osola.
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Esto puede ser muy difícil, ya que muchas personas niegan la gravedad de su situación.
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Es importante que la familia y amigos hablen abiertamente con la persona acerca de su abuso y depdencia. Es clave encontrar momentos adecuados en los que la persona no está intoxicada para lograr una escucha efectiva.
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El objetivo es lograr el compromiso para que deje de consumir y pueda iniciar su propio proceso de recuperación.
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Búsqueda de ayuda profesional:
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Acudir a un centro especializado en adicciones.
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Consultar con un profesional de la salud mental como psicólogo, psiquiatra o terapeuta de adicciones para una evaluación inicial.
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Evaluación y diagnóstico:
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El personal especialista en adicciones deberá evaluar al paciente en base a los criterios diagnósticos que determinan el trastorno por uso, abuso o dependencia.
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Realizar una evaluación completa para determinar la gravedad de la situación y cualquier condición de salud mental coexistente (patología dual).
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Esta evaluación puede incluir entrevistas, cuestionarios y exámenes físicos.
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Diseño de un Plan de Tratamiento:
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Basado en la evaluación, se desarrollará un plan de tratamiento que puede incluir diferentes modalidades de intervención.
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Establecimiento de un Sistema de Apoyo:
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Construir una red de apoyo sólida con familiares, amigos y profesionales que puedan proporcionar apoyo emocional y práctico durante el proceso de recuperación.
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Unirse a grupos de apoyo para la adicción, donde se compartan experiencias, recibir apoyo y consejos de personas que han pasado por lo mismo.
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Cesar el consumo e inicio del tratamiento libre de drogas:
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Al inicio, evitación de estímulos para reducir las ganas de consumir
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En algunos casos, puede ser necesario ingresar en un centro de rehabilitación para realizar la fase d desintoxicación.
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Si se precisa, puede prescribirse medicamentos para ayudar a controlar los síntomas de abstinencia, reducir los antojos o tratar trastornos de salud mental subyacentes.
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Inicio de terapias individuales y de grupo.
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Detectar los estresores y desencadenantes emocionales, ambientales o sociales que llevan a jugar en exceso es crucial.
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Aprender y practicar técnicas de manejo del estrés y habilidades de afrontamiento para lidiar con los desencadenantes de la adicción.
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Seguimiento y mantenimiento de la abstinencia
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Continuar con el tratamiento a largo plazo, incluyendo terapia de seguimiento y participación en grupos de apoyo, para mantener la sobriedad y prevenir recaídas.
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Incorporar hábitos saludables como el ejercicio regular, una dieta equilibrada y mantener hábitos de sueño adecuados
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La práctica de la meditación o el mindfulness pude resultar útil para apoyar la recuperación.
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Explorar otras actividades alternativas y saludables para llenar el tiempo libre y satisfacer necesidades emocionales.
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Seguir vinculado al tratamiento, al equipo terapéutico y al grupo de apoyo.
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Evitación de Recaídas.
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Cada persona es única, y lo que funciona para uno puede no ser efectivo para otro, por lo que es importante ser paciente y persistente en la búsqueda del tratamiento adecuado. Las personas que sufren una adicción, posiblemente hace tiempo que ya intentan dejar de consumir sin éxito y ya han sufrido muchísimas recaídas. La adicción es una enfermedad mental crónica y con tendencia a la recaída. Esta definición, según la OMS, de la adicción ya nos pone sobre aviso. Contrariamente a lo que la mayoría cree, la recaída puede darse más veces de lo que podríamos imaginar. A veces, estas recaídas son parte del proceso. No hay que tirar la toalla y debes seguir intentándolo.
Buscar ayuda profesional y tener un enfoque integral y personalizado es clave para el éxito en el tratamiento de las adicciones. Encontrar un buen centro de rehabilitación que sepan como tratar las adicciones a menudo supone hacer varios intentos. No dejéis de intentarlo.
En MoomentAdicciones sabemos de primera mano el sufrimiento que genera la adicción y podemos ofrecer las herramientas para combatirla, tomar el mando de tu vida y aprender a vivir en plenitud sin consumir.
Si consideras que tú o alguna persona de tu entorno podría tener una conducta de dependencia al alcohol, drogas o comportamentales (videojuegos, apuestas, pantallas, trabajo, compras o sexo), busca información y pide ayuda profesional. Si necesitas más información visita nuestra página web Moomentadicciones y contacta con nosotros si quieres que te ayudemos.
¿Qué es la coadicción?
La coadicción, también conocida como codependencia emocional, es un término que afecta a persona con una relación afectiva y/o familiar con una persona adicta.
Describe un patrón de comportamiento en el cual una persona, generalmente un ser querido o cercano a alguien con una adicción, se ve afectada por esa adicción y a menudo adopta conductas que perpetúan o facilitan el problema del adicto. Este término se utiliza comúnmente en el contexto de las adicciones, pero también puede aplicarse a otras situaciones en las que una persona se ve atrapada en un ciclo de apoyo y habilitación de comportamientos problemáticos de otro individuo.
Reconocer y abordar la coadicción es un paso importante para recuperar el equilibrio y la salud emocional en la vida de aquellos que se ven afectados por la adicción de un ser querido.
Características de la Coadicción:
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Necesidad de Control: La persona coadicta intenta controlar o manejar el comportamiento del adicto, creyendo que puede "arreglar" el problema del otro.
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Negación: Minimizan o niegan la gravedad de la adicción del ser querido y las consecuencias negativas asociadas.
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Autosacrificio: Ponen las necesidades del adicto por encima de las propias, llegando a descuidar su propio bienestar físico, emocional y mental.
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Habilitación: Adoptan comportamientos que permiten o facilitan la continuación de la adicción, como proporcionar dinero, excusar conductas inapropiadas, o asumir responsabilidades del adicto.
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Baja Autoestima: Su sentido de valor propio a menudo está profundamente ligado a la capacidad de "salvar" o ayudar al adicto.
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Problemas de Límites: Tienen dificultades para establecer y mantener límites saludables con el adicto.
Algunos de los efectos negativos que sufre la persona coadicta son:
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problemas de salud como depresión, ansiedad, estrés crónico, insomnio, estrés y fatiga crónica
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deterioro de las relaciones sociales
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desarrollo de adicciones
Buscar ayuda profesional profesional es clave para salir de esta rueda de desesperación,
sufrimiento y preocupación. No es fácil, pero merece la pena. No dejes de intentarlo.
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Adicciones comportamentales
Las adicciones no afectan únicamente al consumo incontrolable de alcohol y otras drogas, sino que existen hábitos y comportamientos que, en determinadas circunstancias, pueden convertirse en adictivos y ocasionar graves consecuencias negativas en la vida de las personas.
En estos casos, al igual que ocurre con las adicciones a sustancias, las personas pueden experimentar síndrome de abstinencia basado en un profundo malestar emocional, estado de ánimo disfórico, insomnio, irritabilidad y/o inquietud psicomotora.
Las adicciones conductuales más frecuentes son:
- Trastorno por Juegos de Apuestas (Ludopatía o Juego Patológico)
- Adicción a Internet y a las nuevas tecnologías virtuales
- Compras compulsivas (Oniomanía)
- Adicción al Sexo
- Adicción al Trabajo
Del mismo modo que ocurre con las adicciones a alcohol y otras drogas, la persona afectada difícilmente reconocerá su problema de adicción comportamental a pesar de los daños que estas conductas le ocasionan. No obstante, requiere de ayuda específica y profesional para tratar el problema.
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Trastorno por Juego de azar y apuestas
El juego patológico (juegos de azar y apuestas) es un grave problema social que afecta a miles de personas en nuestro país y que provoca en los afectados importantes problemas personales, familiares, laborales y económicos. De hecho, España es uno de los principales países de la Unión Europea que más dinero gasta por habitante en apuestas y juego.
Diferentes instituciones del ámbito de la psicología, tanto la APA (American Psychological Association) como la OMS (Organización Muldial de la Salud), consideran el juego patológico como un trastorno del control de los impulsos. La persona que padece este trastorno de manera progresiva se verá incapaz de resistir el impulso de jugar.
Los principales signos que aparecen son:
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Aumento de la frecuencia, del número de veces y del tiempo que se destina al juego.
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Necesidad de jugar cantidades crecientes de dinero para lograr la excitación deseada.
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Cambios de humor, irritabilidad y/o inquietud al interrumpir el juego.
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Intentos fracasados por no volver a jugar y a pesar de intentarlo, se repite de nuevo el juego.
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Volver a jugar tras perder el dinero para intentar recuperarlo.
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Pensamientos recurrentes y/o persistentes para jugar de nuevo.
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Jugar para aliviar síntomas de preocupación, ansiedad, estrés, tristeza o apatía.
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Mentiras y manipulación para poder jugar, para conseguir más dinero y/o para evitar problemas relacionados con la conducta del juego.
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Pérdida y abandono de otras actividades que no estén relacionadas con el juego
Si consideras que tú o alguna persona de tu entorno podría tener una conducta de dependencia al alcohol, drogas o comportamentales (videojuegos, apuestas, pantallas, trabajo, compras o sexo), busca información y pide ayuda profesional. Si necesitas más información visita nuestra página web Moomentadicciones y contacta con nosotros si quieres que te ayudemos.
Adicción a Videojuegos
La adicción a los videojuegos es un tipo de trastorno del comportamiento en el que el individuo desarrolla una dependencia patológica hacia los videojuegos, afectando negativamente su vida diaria, relaciones personales y responsabilidades. En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el "trastorno por uso de videojuegos" como una condición de salud mental en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).
El auge y popularidad de los videojuegos como un fenómeno de ocio se ha convertido en un elemento cada vez más presente en la vida cotidiana de muchos jóvenes. Sin embargo, diversas investigaciones indican que los videojuegos son potencialmente adictivos y que la excesiva dedicación a los videojuegos puede tener efectos potencialmente dañinos.
Las adicción a videojuegos se agrupa dentro de las adicciones tecnológicas, que a su vez pertenecen al bloque de las adicciones conductuales o comportamentales.
Los principales signos que aparecen son:
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Preocupación excesiva por los videojuegos que se convierte en la actividad más importante de la vida de la persona y domina sus pensamientos (preocupación y distorsiones cognitivas), sentimientos (ansia) y conductas (deterioro del comportamiento de socialización).
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Intentos fallidos de reducir o detener el tiempo de juego.
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Tolerancia. Se requiere jugar cada vez más tiempo para conseguir los efectos de cambio del estado de ánimo que se lograban anteriormente. Esto implica aumentar gradualmente la cantidad de tiempo jugando para lograr recompensa.
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Pérdida de interés en otras actividades y pasatiempos.
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Uso de los videojuegos para escapar de problemas o aliviar estados de ánimo negativos.
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Mentir a familiares o amigos sobre la cantidad de tiempo dedicado a jugar.
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Experimentar síntomas de abstinencia, cambios de estado de ánimo, irritabilidad o ansiedad, temblores o malestar físico y/o emocional cuando no se puede jugar.
Consecuencias de la Adicción a los Videojuegos:
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Problemas de Salud Física:
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Fatiga visual, dolores de cabeza, problemas de postura y sedentarismo.
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Trastornos del sueño debido a largas horas de juego nocturno.
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Deterioro Social y Académico:
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Aislamiento social, conflictos familiares y problemas en las relaciones interpersonales.
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Bajo rendimiento académico y problemas en el trabajo o la escuela.
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Impacto Psicológico:
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Aumento de la ansiedad y la depresión.
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Problemas de autoestima y habilidades sociales.
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Si consideras que tú o alguna persona de tu entorno podría tener una conducta de dependencia al alcohol, drogas o comportamentales (videojuegos, apuestas, pantallas, trabajo, compras o sexo), busca información y pide ayuda profesional. Si necesitas más información visita nuestra página web Moomentadicciones y contacta con nosotros si quieres que te ayudemos.